RUTA POR LOS ENCINARES DE CHAPINERIA HASTA EL ALTO DE MAROTA
VISTA AEREA
PLANO DE LA RUTA
RECORRIDO DESCUBIERTA
FOTOS DE LA DESCUBIERTA
DESCRIPCIÓN DEL RECORRIDO DE HACE 10 AÑOS
EL TERRITORIO DEL ÁGUILA IMPERIAL IBÉRICA
TIPO DE RUTA: Circular. LONGITUD:
8,5 km. DESNIVEL: 125 metros. DIFICULTAD: fácil DURACIÓN
APROXIMADA: 3½ horas incluyendo descanso y visita al Centro de Educación
Ambiental El Águila
Importante: Llevar
prismáticos para la observación de aves
ACCESO DESDE Majadahonda
Distancia desde Majadahonda 45
Km.. Nos dirigiremos a Brunete, bien por el interior hacia Boadilla, para coger
hacia Brunete y luego tomar la M-501 hasta Chapinería o tomar la M-50, buscando
la salida hacia la M-501 que pasa por Brunete hasta Chapinería
PUNTO
DE SALIDA
El punto de salida será el
aparcamiento del centro de educación ambiental “El Águila” de Chapinería, para
llegar a él, nada mas entrar en Chapinería, coger la calle en cuya esquina esta
el Banco Guipuzcoano a la izquierda y hacia la salida del pueblo esta el
aparcamiento del Centro de educación ambiental El Águila donde nos dejará el
autocar.
DESCRIPCIÓN
DE LA RUTA
.
Salimos del Centro y tras subir sus escaleras o la
rampa, giramos a la derecha y caminamos por la calle en dirección norte. Al
llegar a un olivo que está a mano derecha nos desviamos por ese camino,
que en descenso nos llevará a otro camino mayor y a unas naves. Mientras
bajamos en este corto zigzag vemos el pequeño porte de los olivos, pues estamos
en una de las zonas más al norte donde crecen. En un primer giro a la
izquierda, rodeamos un bloque de granito cubierto de musgo y líquenes.
Esto nos indica dos cosas: por un lado, que geológicamente aún estamos en la
Sierra y que la zona tiene un aire muy poco o nada contaminado, pues si existe
musgo y líquenes quiere decir que no hay contaminación.
Seguimos descendiendo por el olivar hasta toparnos
con un camino ancho que cruza el sendero que traíamos a la derecha vemos una
gran roca de granito, igual que la que vimos anteriormente pero que a
pesar de la aparente consistencia, se desagrega en granos de cuarzo, de
feldespato y mica (los tres componentes del granito). Esto es producido por
la alteración por hidrólisis del granito.
Seguimos hacia la derecha por este camino ancho,
enmarcado por fincas particulares sin cultivar, creando baldíos sociales. Estas
fincas están limitadas por cercas de piedra, de cantos de granito, junto con
algunos ejemplares de encina a ambos lados de la ruta. Llegamos al arroyo
Oncalada es un arroyo estacional, que lleva agua sólo en época de lluvias y
que se seca en verano. No tiene la característica vegetación de ribera, sólo zarzas
y juncos, producto de la deforestación que se ha producido en la zona.
Seguimos por el camino, enmarcados por unos ejemplares bastante grandes de encina,
que dan unas buenas bellotas en otoño.
En una curva amplia a la derecha veremos una
edificación con un techo de uralita, al lado de unos cantos berroqueños. Es una
granja caprina, con un numeroso atajo de ganado. Llegamos a la
intersección donde está la granja. Aquí continuamos de frente, dejando a la
derecha la granja.
Empezamos un descenso con unas encinas a
nuestra izquierda con un porte menor que las anteriores, y a la derecha algún enebro.
Estos árboles están esquilmados en sus partes bajas por el voraz apetito de las
cabras, uno de los principales agentes deforestadores del mundo. Continuamos el
descenso y a mano izquierda van a aparecer fincas de viñedos, y a mano
derecha campos incultos.
En un primer momento nos encontramos con un arbusto
alto, de más de dos metros, con hojas sencillas y tallos verdes y flexibles,
que florece en primavera con una flores amarillas que dan lugar a frutos pequeños,
en forma de huevo, y con una sola semilla que queda suelta en su interior al
secarse, por lo que al agitarse suena como un pequeño sonajero, es la retama
de bolas. Junto a la retama, encontramos otra planta, esta vez más
rastrera, es la aulaga, caracterizada por sus espinas, largas y
duras, para evitar la desecación. Una y otra son dos grados en la degradación
del encinar, pero mientras la retama nitrifica el suelo, es decir, le da
nutrientes y puede regenerarse el monte, con la aulaga, la degradación es
bastante fuerte y crece en un suelo sin casi humus.
Seguimos el descenso hasta llegar a una zona llana,
arenosa, con unas vallas a la izquierda que delimitan parcelas de cultivo. A la
derecha, unos grupos de juncos nos informan de un acuífero en esta vaguada,
pues en esta zona se retiene agua y es frecuente que quede embarrada en época
de lluvias.
A la izquierda, apoyadas en un desnivel del terreno
y tras las que hay un muro, aparecen encinas y otros árboles con un porte
pequeño, con su tronco cubierto de musgos y las hojas opuestas y ovaladas. Son las
cornicabras, un acompañante habitual del encinar mediterráneo. Su fruto es
de color rojo y es parecido al anacardo. Se las distingue por el color rojo
que adquiere en otoño, que da un gran cromatismo al monótono encinar.
También son características las agallas en forma de cuernos de cabra que posee
(de ahí el nombre), que se forman en las hojas y las ramas tras la picadura de
insectos.
Seguimos avanzando y a la derecha se abre una pista
amplia que baja hacia la EDAR.(1 Km.) Seguimos de frente por un camino mucho
más estrecho y más frondoso y enmarcado en ambos lados por los muretes de
piedra. A la izquierda aparecen encinas, algún enebro pequeñito y otra planta
acompañante de los encinares, el torvisco o matapollos. Al llegar a una
bifurcación (1,4 Km.)tomando el camino de la derecha y nos vamos a adentrarnos
en un inmenso encinar mediterráneo.
Siguiendo hacia nuestra derecha llegaremos a una
casa a nuestra izquierda la bordeamos y nos topamos con el arroyo Oncalada (1,9
Km.) que cruzaremos saltando por sus piedras y siguiendo en dirección suroeste
subiremos por un camino a la derecha del centro de la vaguada entre el prado de
la Lancha y el cerro Agudo (649 m.) hasta llegar al collado, donde el camino sigue,
pero nosotros torceremos a la izquierda, que siguiendo el camino perfectamente
marcado y algo destrozado por algún todo terreno o tractore nos conducirá
después de varias curvas y desviándonos un poquito por un sendero al cerro
Agudo (3,3 Km.), donde pararemos 15 minutos para tomar algo y poder contemplar
el amplio, frondoso y hermoso territorio del Águila, dominando el hermoso
paisaje por el fondo derecha, desde la Almenara y toda la sierra de Guadarrama
y por el fondo izquierda la sierra de Gredos con su Almanzor.
Volveremos por el pequeño sendero que nos habíamos
desviado, para continuar por el camino que traíamos, que se dirige por una loma
con hermosas vistas a ambos lados hasta el punto geodésico de La Marota (618
m.).(4,4 Km.).
Desde este punto seguimos el camino que sale en
dirección este, descendiendo hasta un fresno centenario donde cruzamos el arroyo
Oncalada (5,3 Km.), siguiendo poco mas (5,4 Km.) para salir a la pista por
la casa de la cabra siguiendo por ella hasta llegar a la bifurcación que
anteriormente abandonamos (6,8 Km.) y llegar al Centro de Educación Ambiental,
tras iidentificar mas todo el entorno del territorio del Águila, con sus
encinas, enebros, retamas de bolas, aulagas, cornicabras, torvisco y tanta
flora mas....con toda la belleza natural de estos espacios, procurando como
siempre que ni la flora ni la fauna que los habita, hayan notado nuestra
presencia.
Podremos hacer la visita al centro
de educación ambiental “El Águila”, gratuita incluido video y conocer los
componentes del ecosistema del encinar mediterráneo de la zona, y si tenemos
suerte podremos apreciar al rey de estos parajes, el águila imperial ibérica
y sus característicos “galones” blancos.
FOTOS DE HACE 10 AÑOS
LAS FOTOS DE LA SALIDA
Las fotos de Nelly
Las fotos de Rosa Porres
Las fotos de Beatriz
Las fotos de Pilar Martin-Vargas
Las fotos de Angel Dolla
Mis fotos
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